Quienes Somos
Somos Ana y Antonio. Dos profesionales de la sanidad que un día se conocieron y descubrieron que compartían la pasión por la montaña, los viajes y la fotografía.
Siempre que salimos a la montaña nos acompañan nuestras cámaras de fotos y ya sea dando un paseo o subiendo a un pico regresamos a casa con un montón de buenos recuerdos y multitud de fotos de paisajes, animales, de nosotros o de lo que se cruce en nuestro camino.
Compañeros de cordada desde el 2011 nos hemos convertido en dos cabras locas por cualquier montaña que se pone delante nuestro.
Desde entonces hemos pasado de todo juntos allá arriba. La montaña es disfrutar pero también es sufrir y hemos aprendido a disfrutar del sufrimiento que se pasa subiendo a algunos sitios.
Juntos hemos pateado, escalado, sufrido, sudado, emocionado, llorado.. y sobre todo disfrutado de siempre haber vuelto a casa sanos y salvos que es el mayor éxito de cualquier salida.
Ana (Power)
La montaña llegó a mi vida en un momento personal complicado y triste, y Antonio tuvo gran parte de culpa de que me entrara el gusanillo por subirme a cualquier piedra.
Salir a patear era una forma de olvidar, y en cuestión de un par de meses pasamos de pequeños paseos a mi primera cima en Peñalara.
Tras poco mas de medio año haciendo el cabra, coronamos la cima en la que hasta ahora he sentido mas satisfacción, el Señor Almanzor, con mucho esfuerzo, constancia y algo de miedo.
Ese mismo verano me calcé unos crampones por primera vez para recorrer un glaciar en los Alpes, y observar embobada en la distancia el Mont Blanc y el Cervino, salté por pedreras y escuché silbar a las marmotas en los Pirineos, y me enamoré perdidamente de los Picos de Europa y el circo de Fuente Dé.
Subir a lo mas alto es libertad, escapar de la rutina, la recompensa al esfuerzo, el afán de superación, el silencio...
La montaña es esto y mucho más, la montaña me está enseñando a "andar", por eso espero hacerme vieja con una mochila a la espalda.
Antonio (Tiopelos)
Mi afición por la montaña llega en el instituto donde alguno de mis profesores me animó a unirme a un grupo que los fines de semana hacía actividades de senderismo, montaña, meterse en cuevas y cosas así.
En poco tiempo empecé a escalar y a ascender montañas como Peñalara, el Almanzor llegando a hacer cima en el Aneto allá por los años 90.
Después hubo unos años donde la montaña desapareció, hasta que un día volvió a mi y volví a la escalada, el senderismo, y la afición por subir a todo lo que podía, que tenía dormida, volvió a despertar.
Entonces conocí a Ana y en pocos meses potenciamos nuestra afición hasta tal punto que empezamos a subirnos a todo pico que veíamos y nos decíamos "tiene que estar chulo subir allí" y cumplí con uno de mis sueños de hacia años. Ir a los Alpes y estar al pie del Mont Blanc.
Ya sea en Guadarrama, Pirineos, Picos de Europa, los Alpes o donde vayamos, si hay montaña a alguna intentamos subir.
Y así espero que sea hasta que el cuerpo aguante y poder hacer bueno el dicho de que no hay montañero bueno, hay montañero viejo.
"Antes que el esfuerzo, las rocas y el viento, la amistad es el componente esencial en la montaña"
Geyson Millar
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